El acolchado es una técnica de semiforzado que consiste en cubrir total o parcialmente el terreno de cultivo con una lámina de plástico u otros materiales alternativos. La técnica del acolchado con cubiertas impermeables se convertido en una práctica imprescindible en los cultivos hortícolas, ya que su efecto positivo ha sido extensamente estudiado y es de sobra conocido. Entre sus ventajas cabe destacar:
- Mantiene la humedad del suelo al disminuir la evaporación, con lo que además de economizar un bien tan escaso como es el agua, facilita que las raíces de las plantas encuentren la humedad suficiente a poca profundidad.
- A su vez, debido a la formación de esta humedad superficial, se reduce el lavado de elementos fertilizantes.
- Mejora las condiciones térmicas del sistema radicular de la planta, incrementando la temperatura del suelo durante el día, mientras que por la noche, al dificultar la salida de radiación infrarroja de la superficie terrestre, retiene parte del calor. Estas propiedades se traducen en una mayor temperatura respecto del suelo desnudo y una amortiguación en sus fluctuaciones, lo que confiere precocidad al cultivo.
- Como consecuencia del aumento de la temperatura y la humedad de suelo, se ve favorecido el proceso de nitrificación.
- La cubierta actúa como barrera entre el suelo y los frutos, con los que se reducen considerablemente los problemas sanitarios, especialmente las podredumbres.
- Si la cubierta utilizada es opaca, la falta de radiación solar evita el desarrollo de malas hierbas que compitan con el cultivo por los recursos hídricos y nutritivos.
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